José Herrera Petere

José Herrera Petere nació en Guadalajara en 1909, en una familia de tradición militar. Su padre, el general Emilio Herrera Linares, fue presidente de la Segunda República en el exilio. Con la intención de huir del rigor castrense y a pesar de sus estudios en Derecho, acabó dedicando su vida a escribir poesía, narrativa y teatro.

Durante la República, Petere comenzó a publicar poemas en revistas como La Gaceta Literaria u Octubre, y fundó otras como En España ya todo está preparado para que se enamoren los sacerdotes o Extremos a que ha llegado la poesía española. En 1931 ingresó en el Partido Comunista de España y desde 1933 comenzó a colaborar en diversos actos de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios.

Con el estallido de la Guerra Civil, su compromiso político se manifestó por una parte en la radicalización de su expresión literaria y, por otra, en la militancia, junto a Miguel Hernández, en el Quinto Regimiento. Compuso versos y canciones de arenga del bando republicano con un lenguaje simple y de parecido al romance o a la copla para que pudiesen llegar a todos  los soldados. Publicaba en revistas como Milicia Popular o El Mono Azul. En 1938 publicó Acero de Madrid, libro épico que sirve como un testimonio vivo sobre la Guerra Civil desde el bando republicano, por el que recibió el Premio Nacional de Literatura.

El triunfo de los golpistas lo llevó a refugiarse en Francia. Al llegar le internaron en un campo de concentración de los Pirineos Orientales franceses, pero no estaría mucho más tiempo allí, ya que gracias a la mediación de Pablo Picasso consiguió salir. Se reunió con su mujer y su padre, y tras el nacimiento de su primogénito el 14 de abril se mudaron a México. Allí colaboró con varias revistas como Las Españas o Nuestro Tiempo, y  también publicó obras en verso y teatro. En 1947 lo contrataron en la Organización General de Trabajo en Ginebra, donde residiría con su familia el resto de su vida.